Los demócratas creen que todos los niños deben poder llevar vidas felices y exitosas. Por eso estamos dedicados a garantizar que la próxima generación tenga acceso a una educación de calidad y a las herramientas para impulsar nuestra economía. Nuestro país es más fuerte cuando nuestros trabajadores están capacitados con el conocimiento y el ingenio para desempeñarse en los niveles más altos. Cada niño debe tener la oportunidad de alcanzar ese horizonte y cumplir el sueño estadounidense.

Los demócratas valoran la educación desde hace mucho tiempo ya que la consideran la clave del éxito, tanto para las personas como para la nación. En 1944, el presidente demócrata Franklin Roosevelt promulgó el proyecto de ley G.I. Bill, una normativa histórica que proporcionó a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial oportunidades para acceder a la educación superior. La G.I. Bill ayudó a crear la clase media moderna en los Estados Unidos. Y en 1965, Lyndon B. Johnson y un Congreso Demócrata promulgaron la Ley de Educación Primaria y Secundaria con el objetivo de brindar una educación de calidad a todos los niños.

En los últimos años, los demócratas han aumentado aún más el acceso a la educación superior y han reestructurado y ampliado dramáticamente la ayuda financiera universitaria, al mismo tiempo que simplifican los programas federales, y los hacen más confiables y más eficientes para los estudiantes. En 2010, el presidente Obama firmó una ley de reforma de préstamos estudiantiles que eliminó el papel de los grandes bancos. La administración de Obama también duplicó la inversión en las becas Pell y facilitó a los estudiantes la devolución de los préstamos estudiantiles. Mientras Donald Trump y Betsy DeVos intentan revertir el progreso que hemos logrado en materia de educación al eliminar las protecciones para estudiantes y prestatarios de préstamos estudiantiles, seguiremos luchando para elegir a los demócratas que abogarán por la educación.

Los demócratas quieren que todos los niños, sin importar dónde vivan, tengan acceso a una educación pública de calidad de jardín de infantes al doceavo grado, y que la universidad sea asequible para todos los estadounidenses. Sabemos que a medida que el mercado global se vuelve más competitivo, necesitamos ampliar las oportunidades para la educación superior y la capacitación laboral. Los demócratas están comprometidos a aumentar la tasa de finalización de estudios universitarios, así como la proporción de estudiantes que están preparados para las industrias incipientes con habilidades específicas relacionadas con el trabajo.

Los demócratas reconocen que la educación es el problema económico más apremiante en el futuro de los Estados Unidos y no podemos permitir que nuestro país se quede atrás en una economía global. Debemos preparar a la próxima generación para el éxito en la universidad y en la fuerza laboral.