Los demócratas creen que nuestra economía debe fortalecer nuestro país y funcionar para todos los estadounidenses, no solo para los que están en la cima. Estamos comprometidos a ayudar a todos los estadounidenses a enfrentar los desafíos del siglo XXI fomentando la creación de empleos, reconstruyendo nuestra infraestructura, invirtiendo en tecnologías de energía limpia y pequeñas empresas, y garantizando que las corporaciones, los ricos y Wall Street paguen la parte correspondiente.

Cuando el presidente Obama asumió el cargo en 2009, heredó una economía en picada, con enormes déficits, costos prohibitivos en la atención médica, disminución del empleo y los mercados bancarios y de viviendas al borde del colapso. Trabajando con el presidente, los demócratas estabilizaron el sistema financiero, ayudaron a prevenir una segunda Gran Depresión y crearon millones de nuevos empleos.

Los demócratas recortaron los impuestos para las familias trabajadoras, brindaron ayuda a las pequeñas empresas y los propietarios de viviendas, y fortalecieron la protección de los consumidores. A pesar de la obstrucción republicana en casi todos los casos, los demócratas brindaron alivio a los estadounidenses trabajadores que perdieron sus empleos por causas ajenas a su voluntad.

Ahora estamos trabajando para proteger ese progreso y luchando para extenderlo a todos los estadounidenses que han quedado desamparados. Cuando los republicanos recorten los impuestos para los ricos pero no a la clase media, o amenacen nuestra recuperación con políticas financieras peligrosas, los demócratas contraatacarán.

Queremos garantizar que todos los estadounidenses tengan la oportunidad de tener éxito y que todas las familias trabajadoras puedan disfrutar de la seguridad económica. Los demócratas no estarán satisfechos hasta que cada estadounidense que quiera trabajar pueda encontrar un trabajo. Al lograr que todos los estadounidenses puedan acceder a la universidad sin deudas, acabar con las empresas que envían beneficios y dan empleo en el extranjero, luchar por la igualdad salarial y las vacaciones pagas, y garantizar que los ciudadanos más ricos y las corporaciones más grandes paguen la parte correspondiente, los demócratas nunca dejarán de luchar para construir una economía que funcione para todos.