La crisis del cuidado de salud: Convención Nacional Republicana dia 3
August 26, 2020
La presidencia del caos
Trump ha fracasado en la lucha contra el COVID-19 porque él no escucha a los expertos, no ha tratado la crisis seriamente y no desarrolló un plan. Ahora él quiere quitarle el cuidado de salud a millones y quiere eliminar las protecciones para las personas con condiciones preexistentes, en medio de una pandemia.
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El fracaso de Trump en montar una respuesta eficaz a la pandemia ha exacerbado las consecuencias para la salud pública del coronavirus, que ha matado a más de 170,000 estadounidenses.
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Trump falló en liderar una respuesta nacional al coronavirus, lo que ha resultado en un aumento constante de casos y de muertes, y el país ha sufrido el peor brote de coronavirus del mundo.
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Trump no implementó una estrategia nacional de pruebas, incluso alegando que les dijo a sus ayudantes que ralentizaran las pruebas para pintar una imagen más optimista, y se niega a asumir la responsabilidad de su respuesta.
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La respuesta de Estados Unidos al virus se vio obstaculizada por las primeras fallas en las pruebas de la administración Trump, y meses después, los estados todavía están luchando por obtener suministros para las pruebas en ausencia de una estrategia nacional.
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Trump tardó en asegurarse de que la nación tuviera los suministros médicos necesarios para combatir el virus y esa escasez sigue afectando la respuesta del país.
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A cada paso, Trump ha restado importancia al virus, se negó a escuchar a los expertos de salud, y exhibió su incompetencia orgullosamente.
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Trump se apresuró a reabrir el país, sin garantizar que se pudiera hacer de una manera segura, al mismo tiempo que el virus aún circulaba de una manera elevada y resultará en una resurgencia histórica durante este verano.
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Ahora, la administración Trump está fallando en prepararse para la distribución masiva y la campaña educativa necesaria para llevar una vacuna contra el coronavirus al pueblo estadounidense.
A pesar de la pandemia, Trump continúa con su peligroso esfuerzo para acabar con Obamacare, poniendo en riesgo la cobertura y las protecciones de condiciones preexistentes cuando más se necesitan.
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Ni siquiera una pandemia que ha enfermado a millones de estadounidenses y ha matado a más de 170,000 personas no ha disuadido a Trump de su sabotaje de Obamacare.
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Obamacare ha sido indispensable durante esta pandemia, y muchos pacientes con coronavirus experimentan complicaciones a largo plazo que podrían calificar como condiciones preexistentes y dar lugar a la negación de la cobertura si la demanda de Trump tiene éxito.
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La demanda de Trump para anular Obamacare amenaza con terminar la expansión del programa de Medicaid que ha brindado cobertura de salud a 12 millones de estadounidenses, ha mejorado resultados de salud, y ha ayudado a reducir las disparidades raciales.
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El esfuerzo de Trump para anular Obamacare corre el riesgo de subir el costo de medicamentos que saldrán del bolsillo de muchas personas mayores bajo el programa de Medicare.
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El esfuerzo de Trump para revocar Obamacare también podría debilitar las protecciones de los residentes de los asilos, limitando opciones para personas mayores, y quitarle el cuidado de salud a los empleados de los asilos.