Los demócratas saben que las pequeñas empresas son los motores que impulsan nuestra economía. Desde restaurantes familiares hasta nuevas empresas de alta tecnología, los empresarios y los propietarios de pequeñas empresas son elementos cruciales de nuestras comunidades y nuestra economía.

Históricamente, las pequeñas empresas han generado dos tercios de todos los empleos nuevos en los Estados Unidos, y representan una enorme ayuda para nuestra economía. Por eso, los demócratas han luchado para eliminar los obstáculos que se interponen en el camino de las pequeñas empresas y para brindar apoyo específico para fomentar el espíritu emprendedor, ayudando a más pequeñas empresas a despegar, expandirse y contratar nuevos trabajadores.

El presidente Obama recortó los impuestos para las pequeñas empresas no menos de dieciocho veces y, con la dirección del presidente Obama, la Asociación de Pequeñas Empresas garantizó más de $179 mil millones en préstamos para pequeñas empresas, lo que proporcionó a esas empresas el capital que necesitan para invertir y crecer.

Los demócratas están luchando para proteger ese progreso y para asegurarse de que, incluso como presidente, Donald Trump no pueda continuar con su patrón de desconsideración hacia las pequeñas empresas estadounidenses.