Los jóvenes soñadores son estadounidenses que trabajan duro y con dedicación

A pesar de lo que dijo el jefe de gabinete de Trump ayer, los soñadores estadounidenses representan lo mejor de nuestra nación. Su dedicación y determinación los convierte en el ejemplo perfecto del Sueño Americano. Donald Trump y los republicanos del Congreso deberían inspirarse con sus historias de éxito en lugar de denigrar repetidamente a los inmigrantes y tratarlos como criminales.

 

Nuestros jóvenes inmigrantes son excelentes estudiantes, profesores, empresarios y propietarios de pequeñas empresas. Son parte integral de sus comunidades y son estadounidenses en todos los aspectos, excepto en el papel. Ellos merecen la oportunidad de continuar contribuyendo a sus comunidades y su país. Los republicanos en el Congreso deben dejar de jugar juegos políticos con sus vidas y aprobar un ‘Dream Act’ ahora.

 

Jesus Contreras es un soñador y paramédico del área de Houston que trabajó sin parar durante seis días tras el paso del huracán Harvey para salvar vidas estadounidenses.
 
Yuriana Aguilar es una investigadora biomédica. Ella fue la primera beneficiaria de DACA en recibir un título de Doctorado Ph.D.
 

Parthiv Patel se convirtió en el primer beneficiario de DACA admitido en el bar de Nueva Jersey.

 

Daniela Vélez ha obtenido dos títulos asociados, en ingeniería y administración de empresas y ahora está cursando una licenciatura en administración de empresas gracias a DACA. Daniela trabaja a tiempo completo y también es emprendedora.

 

Dulce García y Luis Tinoco son una pareja de pequeños empresarios beneficiarios de DACA. Dulce es abogada y dirige su propia práctica que se especializa en leyes de inmigración. Luis ha sido dueño de un taller durante la última década en la misma comunidad.

           

Yehimi Cambrón es beneficiaria de DACA, gracias al que se graduó de Cross Keys en 2014 y  donde ahora enseña arte.

 

En los ojos de la administración Trump, estos soñadores son “demasiado vagos”:

 

Carlos González fue galardonado en la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Tsinghua. es miembro de la Comisión de Asuntos Latinos del estado de Pensilvania.

 

Emmanuel Díaz tiene dos trabajos para pagar su matrícula universitaria en Georgia, a la que asiste gracias a su permiso de DACA.

 

Edison Suasnavas tiene una maestría en biología molecular y trabaja para una compañía que analiza muestras de pacientes para detectar el cáncer.

 

Diego Corzo compró su primera casa meses después de inscribirse en DACA. Teme no poder pagar su hipoteca si pierde su estatus.

 

Nathali Bertran es una beneficiaria de DACA contratada por Honda después de asistir a la universidad con una beca completa y obtener un título en ingeniería mecánica.

 

Juan Carlos Rivera es un beneficiario de DACA cuya familia es propietaria de un negocio en Carolina del Sur, creando empleos para otros soñadores.